martes, 3 de mayo de 2011

Noches calurosas...

Que con el calor que hace, ¿para qué poner las sábanas? Disimularé las canas, y te besaré con ganas.


Jugaremos al despiste...

lunes, 2 de mayo de 2011

Me han recomendado que me aleje de mi...

Ecos de una nostalgia van a conducir a pequeñas desgracias que debí predecir... predecir el pasado para no defraudar a quien estuvo a mi lado cuando me derrumbé.


Soy consciente...

domingo, 1 de mayo de 2011

Carta como conclusión a todo pensamiento pasado.

Hola.
Bueno, siento ser descortés al no preguntarte qué tal estás, pero por suerte o por desgracia para mi, te leo a diario, y más o menos puedo deducir tu estado de ánimo según la hora del día, la música que escuchas y, sobre todo, con quién hablas y en quién piensas.
¡Eh! No, no te confundas, en serio. No te escribo para reprocharte nada, ni para hacerte sentir mal, ni para que a las dos líneas dejes de leer esta 'carta'. Es sólo... no sé, quería escribirte aunque sepa que nunca leerás esto, y que a nadie más le importa esto que a ti. Quiero poner en orden mis sentimientos, porque creo que ya ha pasado tiempo suficiente como para que esto se me haya pasado o para que pueda decir qué siento a día de hoy.
Para empezar, no puedo negar la atracción física. Sí, empiezo mal. Muy mal. Ahora ya sabes que me sigues gustando. Mierda. Vuelta a empezar.

Lo primero, no busco tu amistad, ni que me tengas afecto, ni que hablemos como antes. No sé lo que busco realmente al escribirte esto. Supongo que en estos meses sólo me he dedicado a recordar momentos que hemos pasado juntos, a veces con música de fondo, esa música que junto con esos recuerdos me hacía llorar. Porque sí, no te imaginas la de lágrimas que he derramado en estos meses, y sí, por ti. No no te sientas culpable, porque no lo eres, o al menos no en su totalidad. Tengo que reconocer que el fallo fue no hablar las cosas, no definir qué éramos o dejábamos de ser, dejarnos llevar cuando sabíamos de antemano que las cosas acabarían mal, y que las posibilidades de que acabasen bien eran muy pocas por no decir nulas. Pero ya me dije a mi misma que ya estaba bien, que ya era suficiente tanto dolor por algo que ya no merecía la pena recordar. Bonitos recuerdos, preciosos, y que espero que no desaparezcan de mi memoria, pero que no puedo seguir con ello. Me martiriza todo esto, es un sin vivir, y yo necesito avanzar.

Lo segundo. Bueno, supongo que sí, como antes dije, me gustas físicamente. La atracción física está ahí, es evidente, y tampoco creo que la tenga que ocultar o evitar. Ahora puedes tomarte esto como quieras. No me importa. Échate flores, apúntate un tanto a tu favor, me da lo mismo.

Por último... me he cansado de escribir. ¿Te importa que siga otro día con la carta? Bah, sé que no te importa. Sé que... ni siquiera leerás esto.

lunes, 18 de abril de 2011

Paraísos artificiales.

Ojalá esta entrada tuviese un destinatario en concreto. Alguien en quien pensar día y noche, a quien amar y ser amado de la misma manera. No me voy a engañar, necesito sentirme querida, y querer a alguien. Dejar de soñar y de sentir cómo me aprietan el corazón cuando no puedo evitar recordar otras cosas.
¿Mientras tanto? Pues eso, me queda soñar con encontrar algo. Sí, algo. Una esperanza, un por qué de este estado de ánimo que soy incapaz de definir con exactitud. Me parece patético eso de que un clavo saque a otro, es decir, que para olvidar un desamor tengas que meterte en otra relación, que probablemente acabe también en desamor. Y así una mierda de círculo vicioso. Asco de amor. Asco de sentimientos. Pero qué coño, cuando estamos enamorados y sentimos que es correspondido, es la mejor sensación de este puto mundo.

Pero cuando tú apareces se desvanece el dolor, y no necesito a nadie porque sé que como todas las noches nos perderemos los dos buscando un paraíso artificial.


¿Cómo podría alcanzarte para ser igual que tú si he vivido siempre al este del Edén?

lunes, 11 de abril de 2011

Pensamiento #6

La cosa va mejorando. Ya pienso menos en ti.

Simple y conciso. No necesito decir nada más. O tal vez no necesite pensar más. Quién sabe... no voy a ser yo quien lo averigüe con tanto quebradero de cabeza.

domingo, 10 de abril de 2011

Amor.

El amor no es buscar a alguien que no te haga sufrir, sino encontrar a alguien por quien merezca la pena sufrir.

miércoles, 6 de abril de 2011

Continua evasión de la realidad transformada en canción.

Cualquier día de estos me voy a alzar y voy a reventar...



Lo bello y lo bestia de vivir produce un gran estruendo al salir, la espina orgullosa al escribir me aprieta la corona, no es así...


Pensamiento #5

Cansancio. Estoy muy quemada y muy cansada ya de una y otra vez lo mismo. Ahora que intenté otro acercamiento por las famosas redes sociales y ver que, como desgraciadamente me esperaba, fue en vano, no ha hecho más que hacerme daño. Daño que me causo yo a mi misma porque sí, porque me encanta sufrir por amor, porque me encanta saber y ver que no hay nada peor que seguir queriendo a alguien que, posiblemente, nunca te correspondió ese amor.

Paso ya de todo. Paso ya de seguir sufriendo porque NO quiero seguir así. Pero por otra parte no lo puedo evitar, pienso en ti, pienso en mi, te tengo presente en medios por los que me suelo mover, y no, no puedo, todo esto es superior a mi.

Hazme un favor, déjame tranquila y, por lo que más quieras, desaparece de mi mente.

sábado, 2 de abril de 2011

Pensamiento #4

Creía que la cosa estaba más o menos superada. Pero no es así.

Mismas mariposas en el estómago al verte de nuevo.
Misma sensación de inseguridad.
Misma sonrisa y mirada encantadora.
Pero, por desgracia, no la misma complicidad al vernos. Apenas conversación. Saludo cordial. Nada más.

Tampoco sé qué más puedo pedir, ni que esperaba.

lunes, 28 de marzo de 2011

Pensamiento #3

Dándome cuenta de que nada ni nadie puede evitar que tú sientas por ella lo que nunca llegaste a sentir por mi -y que ni pretendo boicotear-, sólo me queda resignarme e intentar de nuevo ser tu amiga.
¿Funcionará? No lo sé, pero por el momento ya no siento como si me oprimiesen el pecho cada vez que te leo o que tengo alguna noticia tuya.


Parece que la cosa va mejorando... aunque los sentimientos sigan ahí...

viernes, 25 de marzo de 2011

Pensamiento #2

Tengo miedo a olvidarte, y a olvidar todos eso buenos ratos que tú y yo hemos pasado juntos.
Pero siento que si no te olvido no podré ser feliz nunca ni terminar de estar a gusto conmigo misma y con los demás. Ver que tú sí eres capaz de seguir con tus cosas y que yo me quedo estancada en lo mismo no me reconforta lo más mínimo.

Supongo que ya va siendo hora de que cada vez piense menos en ti, y en que aprenda a olvidar y asimilar todo lo pasado y vivido.

lunes, 21 de marzo de 2011

Pensamiento #1

Uno de los muchos errores que cometí en estos últimos meses fue el borrarme Twitter. Lo hice por una razón muy sencilla, que era la de dejar de leer a esa persona que, por suerte o por desgracia, me gustaba (y sigue gustando) tanto. Para resumir a duras penas lo de los meses anteriores, digamos que lo que iba camino de ser algo que prometía, se fue a la mierda. ¿Las razones? Creo que a día de hoy no las sé del todo. Quedan muchas cosas confusas en mi mente y corazón, y que creo que él debería aclararlas.
Leer como esas palabras que me dedicaba semanas antes ahora iban dirigidas a otra persona, ver como ya no había posibilidad alguna de cambiar las cosas a mejor, de que todo se fue a la mierda y él ve en otra persona lo que en mi obviamente no hay.
¿Qué hacer ante esa situación? Intenté de primeras ser su amiga, haciendo comentarios chistosos de vez en cuando o querer quedar, pero no sé por qué sólo obtenía respuestas que, a mi parecer, eran propias de un verdadero capullo. Sinceramente, no me parece un capullo, y conmigo nunca lo fue (aunque a veces lo dude), y no sé si esas contestaciones se debían a un tipo de imagen que por una red como Twitter quería mantener. Ni zorra idea.
Tras casi tres meses sin saber nada de él, arrepintiéndome día a día de lo que había hecho, dando ahora sí por perdida toda amistad posible con él, me siguió. Él. La felicidad que me embargó en ese momento fue inmensa, indescriptible. Veía una luz donde antes era todo oscuridad. Creía que las cosas podrían mejorar, y que todo volvería a ser como antes -bueno, no exactamente como antes...-.
Pero sinceramente, a día de hoy, no sé por qué me has vuelto a seguir. Yo estaba empezando a olvidarte, no tenía noticias tuyas y tú tampoco mostrabas interés alguno es saber cómo estaba yo (o al menos a mi no me consta así). Y ahora no sólo no te he olvidado, sino que tengo que seguir leyendo cómo tus sentimientos van dirigidos a otra persona que no soy yo. ¿Qué quieres? Ya sabes lo que siento por ti, sabes que me corroe por dentro la idea de que pasases de mi de esa manera, de que quieras a otra persona que no soy yo, de que yo sea una puta pringada que a pesar de todo siga ahí para cuando tú lo necesites.
No te entiendo, no sé qué pretendes, no sé NADA. Y me desespera el no saber. Pero más me desespera el saber de ti. El saber de que nada volverá a ser como antes y de que hay otra que ocupa tu corazón (si es que yo llegué a ocuparlo algún día).

Necesito una ambulancia.

Que me lleve rápido al hospital. Desde hace algunos meses no me encuentro nada bien, y tengo miedo de que sea algo grave.


Mal de amores creo que lo llaman...

domingo, 20 de marzo de 2011

Tardes y noches.

Quisiera poder levantarme todas las mañanas con una sonrisa de oreja a oreja pensando en alguien especial.

O mejor aún.

Que haya alguien que también se despierte así pensando en mi.

Recuerdos.

Me resulta cuanto menos curioso el hecho de que me esté siendo más difícil el olvidar a una persona que podríamos describir como 'rollo' que a la que fue mi novia durante cuatro meses. ¿El por qué? Ni idea. Pero ni la más remota idea. Sólo sé que se me llenan los ojos del lágrimas al recordar los meses de septiembre y octubre. Bueno, y puede que finales de agosto -definamos ese periodo como de transición-.
Tengo como una especie de vacío, o de herida. Herida que está ahí, que pasa desapercibida la mayoría de las veces y siempre que no entre en ninguna red social en la que pueda tener acceso a él, pero que cuando tengo noticias suyas o escucho ciertas canciones, es como si me echasen una botella de alcohol sanitario. Duele y escuece. Mucho.
Me siento mal, me siento hundida, y no veo la salida por más que me esfuerzo o que quiero. O tal vez es que no quiera olvidarle, tratando de mantener vivos los recuerdos que me hicieron tan feliz durante esos meses.
No sé qué quiero, ni qué hacer, ni cómo afrontar todo esto. Se supone que desde noviembre, que se acabó todo, hasta ahora, marzo, debería haber pasado todo, fijarme en otras personas y pensar en todo lo bueno que me queda por descubrir. Pero no, o al menos no de esa forma. Sigo mirando hacia el futuro, esperando con ilusión todo lo que mi maravillosa carrera y mis amigos me ofrecen, pero en el tema amor me siento vacía, no veo a nadie capaz de estar a mi lado, y no sé por qué.

Sólo quiero poder olvidarte ya.

sábado, 19 de marzo de 2011

Regreso.

Me apetece retomar esto de escribir en un blog, después de todas las cosas que me han pasado en estos últimos meses. No voy a contarlas todas -algunas demasiado íntimas-, y tampoco lo haré de forma directa; como siempre, este será un sitio en el que desahogarme y escribir... lo primero que se me ocurra, supongo.
Diseño nuevo, dirección nueva, creo que he madurado en ese sentido. No veo lógica alguna el que un sitio donde exprese mis opiniones o mis sentimientos siga teniendo ese aspecto tan... grouppie xD
Había pensado también en crear un nuevo blog y borrar éste, por eso de las antiguas entradas y el pasado en general, pero me gusta leer todo aquello que me preocupaba y de la manera en que lo hacía, y ver cómo ahora mis intereses y preocupaciones han cambiado de una forma abismal.
Ese pasado que ahora podéis leer en entradas anteriores no me preocupa nada, es decir, que las personas implicadas en él no me importan, las ignoro, son insignificantes. Ahora, por suerte o por desgracia, hay otras preocupaciones y personas más importantes que ocupan mi mente -y mi corazón-.