lunes, 28 de marzo de 2011

Pensamiento #3

Dándome cuenta de que nada ni nadie puede evitar que tú sientas por ella lo que nunca llegaste a sentir por mi -y que ni pretendo boicotear-, sólo me queda resignarme e intentar de nuevo ser tu amiga.
¿Funcionará? No lo sé, pero por el momento ya no siento como si me oprimiesen el pecho cada vez que te leo o que tengo alguna noticia tuya.


Parece que la cosa va mejorando... aunque los sentimientos sigan ahí...

viernes, 25 de marzo de 2011

Pensamiento #2

Tengo miedo a olvidarte, y a olvidar todos eso buenos ratos que tú y yo hemos pasado juntos.
Pero siento que si no te olvido no podré ser feliz nunca ni terminar de estar a gusto conmigo misma y con los demás. Ver que tú sí eres capaz de seguir con tus cosas y que yo me quedo estancada en lo mismo no me reconforta lo más mínimo.

Supongo que ya va siendo hora de que cada vez piense menos en ti, y en que aprenda a olvidar y asimilar todo lo pasado y vivido.

lunes, 21 de marzo de 2011

Pensamiento #1

Uno de los muchos errores que cometí en estos últimos meses fue el borrarme Twitter. Lo hice por una razón muy sencilla, que era la de dejar de leer a esa persona que, por suerte o por desgracia, me gustaba (y sigue gustando) tanto. Para resumir a duras penas lo de los meses anteriores, digamos que lo que iba camino de ser algo que prometía, se fue a la mierda. ¿Las razones? Creo que a día de hoy no las sé del todo. Quedan muchas cosas confusas en mi mente y corazón, y que creo que él debería aclararlas.
Leer como esas palabras que me dedicaba semanas antes ahora iban dirigidas a otra persona, ver como ya no había posibilidad alguna de cambiar las cosas a mejor, de que todo se fue a la mierda y él ve en otra persona lo que en mi obviamente no hay.
¿Qué hacer ante esa situación? Intenté de primeras ser su amiga, haciendo comentarios chistosos de vez en cuando o querer quedar, pero no sé por qué sólo obtenía respuestas que, a mi parecer, eran propias de un verdadero capullo. Sinceramente, no me parece un capullo, y conmigo nunca lo fue (aunque a veces lo dude), y no sé si esas contestaciones se debían a un tipo de imagen que por una red como Twitter quería mantener. Ni zorra idea.
Tras casi tres meses sin saber nada de él, arrepintiéndome día a día de lo que había hecho, dando ahora sí por perdida toda amistad posible con él, me siguió. Él. La felicidad que me embargó en ese momento fue inmensa, indescriptible. Veía una luz donde antes era todo oscuridad. Creía que las cosas podrían mejorar, y que todo volvería a ser como antes -bueno, no exactamente como antes...-.
Pero sinceramente, a día de hoy, no sé por qué me has vuelto a seguir. Yo estaba empezando a olvidarte, no tenía noticias tuyas y tú tampoco mostrabas interés alguno es saber cómo estaba yo (o al menos a mi no me consta así). Y ahora no sólo no te he olvidado, sino que tengo que seguir leyendo cómo tus sentimientos van dirigidos a otra persona que no soy yo. ¿Qué quieres? Ya sabes lo que siento por ti, sabes que me corroe por dentro la idea de que pasases de mi de esa manera, de que quieras a otra persona que no soy yo, de que yo sea una puta pringada que a pesar de todo siga ahí para cuando tú lo necesites.
No te entiendo, no sé qué pretendes, no sé NADA. Y me desespera el no saber. Pero más me desespera el saber de ti. El saber de que nada volverá a ser como antes y de que hay otra que ocupa tu corazón (si es que yo llegué a ocuparlo algún día).

Necesito una ambulancia.

Que me lleve rápido al hospital. Desde hace algunos meses no me encuentro nada bien, y tengo miedo de que sea algo grave.


Mal de amores creo que lo llaman...

domingo, 20 de marzo de 2011

Tardes y noches.

Quisiera poder levantarme todas las mañanas con una sonrisa de oreja a oreja pensando en alguien especial.

O mejor aún.

Que haya alguien que también se despierte así pensando en mi.

Recuerdos.

Me resulta cuanto menos curioso el hecho de que me esté siendo más difícil el olvidar a una persona que podríamos describir como 'rollo' que a la que fue mi novia durante cuatro meses. ¿El por qué? Ni idea. Pero ni la más remota idea. Sólo sé que se me llenan los ojos del lágrimas al recordar los meses de septiembre y octubre. Bueno, y puede que finales de agosto -definamos ese periodo como de transición-.
Tengo como una especie de vacío, o de herida. Herida que está ahí, que pasa desapercibida la mayoría de las veces y siempre que no entre en ninguna red social en la que pueda tener acceso a él, pero que cuando tengo noticias suyas o escucho ciertas canciones, es como si me echasen una botella de alcohol sanitario. Duele y escuece. Mucho.
Me siento mal, me siento hundida, y no veo la salida por más que me esfuerzo o que quiero. O tal vez es que no quiera olvidarle, tratando de mantener vivos los recuerdos que me hicieron tan feliz durante esos meses.
No sé qué quiero, ni qué hacer, ni cómo afrontar todo esto. Se supone que desde noviembre, que se acabó todo, hasta ahora, marzo, debería haber pasado todo, fijarme en otras personas y pensar en todo lo bueno que me queda por descubrir. Pero no, o al menos no de esa forma. Sigo mirando hacia el futuro, esperando con ilusión todo lo que mi maravillosa carrera y mis amigos me ofrecen, pero en el tema amor me siento vacía, no veo a nadie capaz de estar a mi lado, y no sé por qué.

Sólo quiero poder olvidarte ya.

sábado, 19 de marzo de 2011

Regreso.

Me apetece retomar esto de escribir en un blog, después de todas las cosas que me han pasado en estos últimos meses. No voy a contarlas todas -algunas demasiado íntimas-, y tampoco lo haré de forma directa; como siempre, este será un sitio en el que desahogarme y escribir... lo primero que se me ocurra, supongo.
Diseño nuevo, dirección nueva, creo que he madurado en ese sentido. No veo lógica alguna el que un sitio donde exprese mis opiniones o mis sentimientos siga teniendo ese aspecto tan... grouppie xD
Había pensado también en crear un nuevo blog y borrar éste, por eso de las antiguas entradas y el pasado en general, pero me gusta leer todo aquello que me preocupaba y de la manera en que lo hacía, y ver cómo ahora mis intereses y preocupaciones han cambiado de una forma abismal.
Ese pasado que ahora podéis leer en entradas anteriores no me preocupa nada, es decir, que las personas implicadas en él no me importan, las ignoro, son insignificantes. Ahora, por suerte o por desgracia, hay otras preocupaciones y personas más importantes que ocupan mi mente -y mi corazón-.