Tengo como una especie de vacío, o de herida. Herida que está ahí, que pasa desapercibida la mayoría de las veces y siempre que no entre en ninguna red social en la que pueda tener acceso a él, pero que cuando tengo noticias suyas o escucho ciertas canciones, es como si me echasen una botella de alcohol sanitario. Duele y escuece. Mucho.
Me siento mal, me siento hundida, y no veo la salida por más que me esfuerzo o que quiero. O tal vez es que no quiera olvidarle, tratando de mantener vivos los recuerdos que me hicieron tan feliz durante esos meses.
No sé qué quiero, ni qué hacer, ni cómo afrontar todo esto. Se supone que desde noviembre, que se acabó todo, hasta ahora, marzo, debería haber pasado todo, fijarme en otras personas y pensar en todo lo bueno que me queda por descubrir. Pero no, o al menos no de esa forma. Sigo mirando hacia el futuro, esperando con ilusión todo lo que mi maravillosa carrera y mis amigos me ofrecen, pero en el tema amor me siento vacía, no veo a nadie capaz de estar a mi lado, y no sé por qué.
Sólo quiero poder olvidarte ya.
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